BERNARDO BARAJ Y EL HOMENAJE AL MÍTICO BAR “QUITAPENAS” EN EL SEGUNDO FESTIVAL PROVINCIAL DE JAZZ
BERNARDO BARAJ Y EL HOMENAJE AL MÍTICO BAR “QUITAPENAS”
EN EL SEGUNDO FESTIVAL PROVINCIAL DE JAZZ
Auspiciado por el INAMU, Bernardo Baraj va a estar dando una capacitación el 14 de junio en el Centro Cultural Provincial J.B. Alberdi.
La Subsecretaría de Cultura provincial, se encuentra en plena organización del Segundo Festival Provincial de Jazz que se llevará a cabo del 13 al 16 de junio en tres sedes: Plaza Huincul (día 13), Centenario (día 15) y Neuquén capital (14 y 16 de junio), con entrada libre y gratuita en los espectáculos y en las clínicas y capacitaciones.
Se prevé la actuación de 10 agrupaciones jazzeras de la zona, además de contar con clínicas y capacitaciones, reeditando el éxito del año pasado.
Este año, el Instituto Nacional de la Música (INAMU), también estará presente auspiciando una clínica que brindará uno de los mayores referentes de nuestra música popular, Bernardo Baraj, el 14 de mayo en el Centro Cultural Provincial J.B. Alberdi.
Como número especial en el cierre, estarán los músicos que en la década del 90 supieron concurrir a las jam session que solían organizarse en el mítico bar “Quitapenas”, que funcionó sobre la calle San Martín. Ese espectáculo se llamará “El Fantasma del Quitapenas”, un homenaje a toda aquella época.
Bernardo Baraj
Bernardo Baraj es un destacado músico, compositor, y saxofonista argentino, referente principal de la música de fusión del jazz, el rock, el tango y el folklore argentino. Nació en Bernal, provincia de Buenos Aires el 19 de agosto de 1944.
Ha integrado proyectos musicales con Alberto Favero, Leonardo Favio. Al año de estar tocando, junto con los músicos de la banda de Favio se organizan como Alma y Vida (Baraj, Carlos Mellino, Alberto Hualde, Mario Salvador, Juan Barrueco y Carlos Villalba), que se constituyó en una banda histórica, la primera en fusionar el jazz y el rock, con letras en español.
También formó parte de la Banda Spinetta, durante la etapa jazzera del Flaco; también tocó con Dino Saluzzi y tantos otros grandes de nuestra música popular.
En 1985 formó el trío Vitale-Baraj-González, con Lito Vitale y Lucho González, que profundizó el estilo de fusión que venía desarrollando y alcanzó un amplio reconocimiento popular, ganando el premio Consagración en el Festival de Cosquín de 1986, con una revolucionaria versión del chamamé Merceditas.
El Fantasma del Quitapenas
El local “Quitapenas“, ubicado al 500 de San Martín, no sólo fue un bar con eventuales conciertos en vivo. Durante la década del 80 y del 90 del siglo pasado funcionó como un verdadero centro cultural alternativo en el que la música, el teatro, la danza contemporánea y las nacientes tendencias audiovisuales tenían su espacio de exhibición permanente. En el “Quitapenas” también encontraban su sitio y su lugar de desarrollo distintos talleristas que, durante la semana y en horarios de lo más variopintos, dictaban clases de todo tipo de disciplinas artísticas.
En ese contexto la escena del Jazz local se desarrolló de manera fructífera y por el “Quitapenas” pasó una generación entera de músicos de jazz y nació otra nueva, precisamente la que hoy está formando a la siguiente generación.
A la infinidad de músicos jazzeros regionales que subieron al escenario del local hay que sumarle la participación de otros nombres, que inclusive al día de hoy ya tienen carácter de leyenda, como el pianista Horacio “el ciego” Larumbe o el guitarrista marplatense Jorge Armani, nombres que suenan entre los fanáticos del jazz de todo el planeta.
La idea de “El Fantasma del Quitapenas” nace de una conversación informal que sostuvieron hace dos veranos el comunicador especializado en Jazz Jorge “Negro” Sosa y su tocayo, Jorge “El Colo” Ambroghetti, baterista de decenas de formaciones de jazz y blues y uno de los dueños del célebre “Quitapenas”.
Esa idea informal hoy cobra cuerpo en el marco de la Segunda Fiesta Provincial del Jazz con un planteo bien simple y efectivo: traer de regreso las voces que flotaron en el “Quitapenas” durante esa década y media de trabajo cultural constante, sean éstas voces que narran testimonios en palabras o voces musicales, que lo cuentan en compases y notas.